Algo tremendamente normal en una pareja son los conflictos. De hecho, ¿sabías que una pareja que "no discute" es una pareja que de igual forma está destinada al fracaso?
Esto debido a que los conflictos nos brindan una hermosísima posibilidad de conectar, reparar y conocer aún más a nuestrx ser amadx.
No obstante, muchas personas sienten temor, vergüenza, ansiedad, rechazo o nerviosismo a la hora de tener que comunicar sus emociones a la pareja. Así que aquí te dejo 4 consejos que de seguro te podrán ayudar.
1) Pausar, hacer consciente qué me sucede y recordar cuáles son mis límites y los del otrx:
Pausar significa frenar. Significa hacer consciente que, mientras estoy en un conflicto, ya dejé de ver al otrx como mi ser amadx y lx empecé a ver como mi enemigx. Cuando eso ocurra, detente, respira, y pausa la conversación. Frases que podrían ayudarte son "Ok, mejor paremos de discutir porque ya estamos llegando a un punto en que solo estamos buscando argumentos que no llevarán a un lado. ¿Te parece si retomamos la conversación después, cuando ambxs ya estemos más tranquilxs? Es importante que en esta etapa seamos conscientes de nuestros límites y de los límites del otrx. Si mi pareja y yo nos hemos confiado aquellas cosas que nos duelen, por muy enojadx que esté con mi pareja y por muy enojada que mi pareja esté conmigo, lo que le duele al otrx jamás se debe usar como arma de defensa.
2) Dirigirse al otrx en calma y en primera persona:
Dirigirse al otrx en calma significa no dirigirse dispuestx a ir al ataque. Ir en calma significa acercarte al otrx intentando no activar su sistema de defensa. Y para ello, tengo que primero saber calmar el mío. Si el otrx hizo o dijo algo que me molestó, en vez de atacar de inmediato, tengo que buscar estrategias para regularme y calmar mi sistema nervioso. Luego de eso, me aproximo, porque a pesar de estar enojadx, dolidx o triste, por lo menos estoy calmadx, lo que provocará que las posibilidades de que el conflicto escale sean menores. Y cuando me aproxime, debo hacerlo en primera persona. Solemos intentar dar nuestro punto haciéndole ver al otrx todo lo que hace mal: "¡es que tú dijiste esto!", "¡es que nunca haces esto otro!", cuando lo que debemos hacer para no activar los sistemas nerviosos de ambxs, es aproximarse desde lo que tú sientes: "cuando conversamos sobre X me sentí triste, creo que me recordó a una herida pasada con mi padre".
3) No aproximarse desde la defensa, sino desde la propia vulnerabilidad y escucha activa:
Significa poder reconocer que si tengo algo que decirle al otrx, no tengo que buscar "ganar" la discusión. De hecho, si sientes que ganaste una discusión, en realidad ambxs perdieron. "Ganar" o "perder" en una discusión significa que se quedaron en el plano de lo argumentativo, y para que los conflictos no escalen, las discusiones siempre deben quedarse en el plano de la vulnerabilidad y la escucha activa. La vulnerabilidad significa poder conectar con mis emociones más difíciles de tolerar: la tristeza, la vergüenza, la rabia, el dolor. Y para poder desarrollar un entorno de confianza con mi pareja, debo atreverme a decir lo que siento desde ese lugar, no desde una emoción reactiva y defensiva. Por otra parte, la escucha activa es reconocer a un otrx que piensa y siente y que también es vulnerable al igual que yo, y que por tanto, me dedico a escucharlx con todos mis sentidos y con toda mi atención plena, para reconocerlo como un legítimo otrx que merece de todo nuestro amor.
4) Entender que a veces (¡en la mayoría de las veces!) no hay soluciones: El objetivo es reconectar.
A veces las parejas se quedan entrampadas en los conflictos porque buscan soluciones al problema. Y buscar soluciones frente a dos posiciones opuestas es como pedirle a los políticos de izquierda y de derecha que lleguen a acuerdos: el ego siempre se pondrá en primer lugar y no se llegará a nada. Y si se llega a algo, probablemente es porque una de las partes se cansó de discutir.
Cuando estamos en un conflicto, el objetivo jamás debe ser intentar hacerle ver al otrx lo equivocadx que está. El objetivo siempre debe ser buscar reconectar. ¿Te acuerdas que te mencioné que los conflictos nos brindan una hermosísima posibilidad de conectar, reparar y conocer aún más a nuestrx ser amadx? Esto es debido a que en un conflicto aparecen muchas emociones vulnerables, y en vez de buscar salirnos de esa emoción tan incómoda, buscamos maneras de protegernos con reacciones reactivas como el enojo, la protesta, la crítica, o bien con reacciones evitativas, con la huida, el repliegue, el ensimismamiento. El consejo aquí es ¡quédate en tu emoción vulnerable! Para no escalar en un conflicto debemos poder empatizar, y la única forma de empatizar en un conflicto es cuando aparece la vulnerabilidad del otrx.
Los vínculos de pareja son un mundo. Y son complejos, porque en un vínculo de pareja aparecen heridas que quizás aún no has visto. La invitación es que te atrevas a enfrentar tu pasado, revisar todas esas heridas que quizás tienes pero que aún no haces consciente, para que puedas ayudar a que tu presente en pareja sea más feliz :)
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