Los "años gay" de relación

- ¿Cuánto tiempo llevan de relación?

- 7 años

- ¡¿7 años?! ¡Eso en “años gay” es como si llevaran 40!

Un chiste muy común en la Comunidad LGBTIQ+, por lo menos en Chile y en algunos otros países,  es el de los “años gay”. En simples palabras, los “años gay” se refieren a que en una relación LGBTIQ+ los años de relación deberían contarse como si fuesen “años perro”. ¿Has escuchado eso de que cuando un perro cumple 1 año es como si en realidad hubiese cumplido 7 años? Bueno, en la Comunidad LGBTIQ+ ocurre algo parecido. Aparentemente, a los años de relación de una pareja LGBTIQ+ hay que ir sumándole muchos más años para ir contabilizando cuánto tiempo llevan juntxs.

Y si bien esto es chistoso, esa frase probablemente surge a partir de varios estereotipos que - nuevamente - impactan a la Comunidad LGBTIQ+. ¿No resulta curioso que no nos sorprendan esos matrimonios hetero de 20 años de relación, pero que sí nos impactemos cuando conocemos una pareja LGBTIQ+ de 3, 5 o 10 años de relación?

Hagamos un análisis de por qué se piensa que una relación entre personas LGBTIQ+ tiene que durar poco:

1) La idea de que el amor entre personas del mismo sexo no puede ser amor:

Crecer en un sistema heteronormado, en el que todo tu entorno normalizaba lo hetero y demonizaba lo gay, por supuesto que nos inculca la idea de que el amor hetero es duradero, honesto y real y de que el amor gay debe ser difícil, intenso y tóxico. ¿Cuándo viste una película de Disney en la que el “felices para siempre” era de una pareja de dos hombres o de dos mujeres?

2) Estar en el clóset:

Lamentablemente, aún existen muchas personas que están completamente o medianamente dentro del clóset. Incluso muchas de ellas ya fuera del clóset, pero con mucha dificultad para expresar amor en público. Está demostrado que las parejas en las que unx o ambxs se encuentran en el clóset tienen más dificultades en mantener una relación saludable (y por ende, duradera), debido al estrés crónico que sucinta tener que esconder la relación.

3) La supuesta promiscuidad de los gays que provocará el fin temprano de la relación:

Si bien es cierto que las personas LGBTIQ+ nos hemos permitido fluir y explorar más en el sexo (¡y qué bueno que así sea!) y permear mucho más nuestras relaciones que la comunidad hetero, no podemos asociar que mayor libertad sexual es lo mismo que promiscuidad. Si bien pueden existir personas LGBTIQ+ promiscuas, también existen personas heterosexuales promiscuas (en todo caso, ¿quién define lo que es ser promiscuo? ¿existe realmente la promiscuidad o es un concepto añejo y eclesiástico? creo que eso da para otra publicación). Pensar que solo existe promiscuidad en los gays y no en el mundo hetero, es un signo de que incorporaste la lgbtifobia del entorno en tu sistema de valores.

4) Vulnerabilidad socioeconómica y mayor presencia de trastornos mentales/emocionales:

Las personas LGBTIQ+ no somos una enfermedad como muchxs duros de cabeza aún no entienden. Pero, producto de la lgbtifobia existente en el entorno, está demostrado que lamentablemente contamos con mayores problemas emocionales/psicológicos y con menor acceso a servicios básicos como la salud y la educación que el resto de la población. Estas vulnerabilidades emocionales y socioeconómicas, provocan una mayor probabilidad de que la relación de pareja se vuelva tóxica (y de nuevo: menos duradera), debido a que la angustia individual de cada unx se proyecta en el vínculo de pareja.

Es obvio que en la época en que la homosexualidad era más perseguida la probabilidad de tener un vínculo de pareja duradero era mucho más baja, debido al miedo a ser perseguidxs, a la vulnerabilidad socioeconómica, a trastornos ansiosos y depresivos, a la aparición del VIH y a la heternormatividad reinante que nos hacía creer que nuestro amor no es normal. Sin embargo, y a pesar de que aún queda mucho por avanzar, hoy un amor gay sí puede ser real, honesto y duradero. Trabajando sus heridas de infancia, atreviéndose a conectar con quiénes son a pesar de lo que diga el resto, y teniendo la autoestima suficiente como para sentir que merecemos cariño, ya con eso tenemos mucho camino recorrido para obtener ese tan anhelado amor.

No somos perritos, somos humanxs ❤️