
- "Mamá... Soy gay."
- "¡¿Qué?! ¿Pero por qué no me contaste antes?"
A propósito de una conversación que tuve con un consultante, hace algunos días hice una encuesta en mi grupo de difusión de instagram (que si no estás dentro, aprovecho de dejarte aquí el link para que te unas, comparto muchas reflexiones sobre historias con pacientes y recomendaciones de libros/series/películas). En el grupo pregunté si alguna vez te habían comentado la frase "¿pero por qué no me contaste antes?" luego de haber salido del clóset con alguien significativo.
Y quiero darle un espacio a esta reacción, porque creo que puede tener más impacto en nosotrxs del que creemos.
A quienes alguna vez nos han preguntado "¿por qué no me contaste antes?", es probable que inmediatamente nos haya venido una sensación extraña, como de culpa o confusión, ya que no sabemos muy bien cómo reaccionar a eso. Empezamos a cuestionarnos efectivamente por qué no lo contamos antes, y nos castigamos porque quizás pensamos cosas del tipo "o sea pude haber tenido todo este tiempo para contarle... yo no pensaba que iba a reaccionar bien".
Muchas veces esta pregunta viene desde una buena intención. Básicamente, con esa pregunta, lo que intentan es decirte como "debiste haber acudido a mí, ya que yo te podría haber ayudado". Sin embargo, cuando nuestra madre, padre, amigx o hermanx nos hacen esa pregunta, automáticamente están poniendo la responsabilidad en nosotrxs. Como si, debido a nuestra propia voluntad, nosotrxs no hayamos querido contar.
Pero el no querer contar no es fortuito. No contamos no porque no queramos, sino porque no confiamos. Mientras más seguro es el vínculo que genero con alguien, más ganas tendré de salir del clóset con esa persona. En cambio, cuando queremos contarle a alguien significativo, pero realmente no podemos o nos cuesta mucho, puede deberse a varias razones, pero entre ellas y muy importante: a la calidad de la confianza que tenemos en ese vínculo.
La pregunta de "¿por qué no me contaste antes?" no la encuentro justa. Y no la encuentro justa porque, repito, exime de toda responsabilidad a la persona que la emite. Esa persona no se está parando un rato a pensar que, en primer lugar, hay todo un contexto social detrás que hace muy difícil la tarea de salir del clóset. Pero segundo y más importante: esa persona no se está haciendo la pregunta que realmente debería hacerse.
En vez de preguntar "¿por qué no me contaste antes?", esa persona debería preguntarse a sí misma "¿qué habré hecho mal yo para que no me haya contado antes?".
"¿Por qué no habrá confiado en mí antes?"
"¿Cómo me he referido a las personas LGBTIQ+ en el pasado? ¿De forma respetuosa o con chistes, burlas e insultos?"
"¿Qué tanto he visibilizado y normalizado a la diversidad en mi hogar o frente de él/ella/elle?"
Ese tipo de preguntas son las que las personas a nuestro alrededor deberían hacerse. Más que sumarnos aun más carga a nosotrxs. Porque la verdad es que si ya salir del clóset es difícil, se hace aún más cuesta arriba cuando tenemos que decirlo a alguien que en el pasado no nos ha mostrado evidencias de que es una persona aliada con la diversidad.
"No te conté antes porque no sabía cómo ibas a reaccionar". ¿Y cómo íbamos a saberlo? Si quizás nunca se habló de diversidad en tu hogar, quizás veías cómo tus padres o amigxs se burlaban o criticaban a otras personas LGBTIQ+ que veían en la calle o la televisión, quizás veías como realmente no les importaba votar por políticos abiertamente homofóbicos en las elecciones, o quizás cuántas otras señales que te llevaron a querer guardarte tu secreto por más tiempo.
Nuevamente: no porque no querías contarlo, sino porque no confiabas.
Y desde este lugar, quiero ser la persona que te entiende. Porque realmente sí te entiendo. Entiendo que a veces uno simplemente no puede contarlo, aunque quiera. Porque ojo que esto NO tiene que ver con el amor. El no confiar NO tiene que ver con que no ames a tu padres, amigxs, o quién sea la persona que estés pensando que te haya dicho "por qué no me contaste antes". Que no hayas confiado en ella no significa que no la ames, significa que su vínculo no se ha construido con bases sólidas y seguras.
Es un vínculo de amor, pero inseguro. Ya que la confianza es débil. Probablemente le hubieses contado antes a esa persona si es que ustedes hubiesen tenido mucha mayor historia respecto a qué tan vulnerables se mostraron frente al otrx, y en esa vulnerabilidad, qué tanta seguridad y contención hubo.
Porque podemos amar mucho a nuestra mamá (o, de nuevo, a la persona que estés pensando), pero no confiar en que va a estar disponible emocionalmente para nosotrxs. Y seguramente cuando su reacción fue "¿por qué no me contaste antes?", quizás sentiste un leve alivio porque evidentemente esa pregunta es mejor que un rechazo. Pero hoy lo traigo a este blog, simplemente, para que seamos más conscientes de nosotrxs mismxs y de lo que nos va pasando internamente.
Porque en momentos tan vulnerables como una salida del clóset con alguien importante, a veces tendemos a bloquear emociones para mantenernos firmes y en pie, lo que puede provocar que algunas balas nos entren pero no las sintamos. Y como no las sentimos, nunca nos preocupamos de que la bala estaba dentro de nosotrxs. Y ahí se queda, pudriéndose un buen tiempo. Hasta que nos empieza a generar malestar, molestias, hasta finalmente terminar en urgencias. Y nos damos cuenta que la bala estuvo mucho tiempo ahí y jamás la sentimos. Hasta que la vemos, y nos damos cuenta que si bien hubo alivio, también hubo sensaciones y emociones incómodas en esa conversación. También hubo sentimientos de culpa y de rechazo, de confusión e inseguridad. El "¿por qué no me contaste antes?", o el "yo te apoyo, pero mejor no le contemos a nadie más", o el "dame un tiempo que me va a acostar asimilar esto", o cualquiera de esas frase que yo las llamo las Frases "te acepto, pero...", terminan calando en nosotrxs de forma sutil y silenciosa. Pero aunque sean sutiles, igual duelen.
¿Debemos castigar o culpar a esa persona? Claro que no. Aquí no estamos para culpar a nadie. Todxs hacemos lo mejor posible con las herramientas que tenemos.
Sin embargo, la invitación aquí es a que te quedes con la idea de que no porque ames a alguien significa que confías en esa persona. Que no porque haya amor significa que tienen un vínculo seguro. Para que ese vínculo sea realmente seguro, debe haber voluntad deliberada de querer construirlo. Y eso requiere tiempo y esfuerzo. Pero los resultados pueden ser maravillosos. Tan maravillosos que, si construyes vínculos así de seguros, cuando necesites compartir alguna otra inseguridad, miedo o secreto importante, ni te vas a cuestionar de contárselo o no. Porque vas a sentir tanta seguridad de que la otra persona sí estará emocionalmente disponible para ti, que vas a querer ir corriendo a contarlo ❤️
Conéctate a nuestra Comunidad y sigue recibiendo contenido de valor!
Únete a mi lista de suscriptores para que puedas recibir avisos de cuando publique nueva información sobre mi blog, contenidos, talleres y cursos!
No te preocupes, tu información está segura conmigo :)
No soporto el SPAM! Así que no te preocupes que no estaré llenándote de mails, solo te enviaré mails que sé que te podrán servir y ayudar :)